viernes, 6 de noviembre de 2009

Enfrentando la Vida

Muchas veces ponemos la adversidad como una traba para nuestro crecimiento espiritual
Y lo vemos como un obstáculo en el camino que no nos permite visualizar fácilmente.
No obstante esto es un gran peligro porque al estar obnubilado olvidamos o en el peor de los caso dejamos de lado los principios bíblicos.

Sin embargo el salmista sabiamente actuó en el tiempo de prueba no desviándose de la palabra, Sino que se inclino y se aferró a ella y más aún se gozaba en ese tiempo de adversidad, no siendo esto un acto momentáneo sino que había en él una firme convicción que lo llevaba a hacerlo hasta el fin de sus días;
Aquí el pasaje:

Mi vida está de continuo en peligro, Mas no me he olvidado de tu ley. Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos de continuo, hasta el fin.
Salmos 119:109-112


Si tienes un mal día o estas pasando por un tiempo difícil hagamos como el salmista y recordemos que hoy también dependemos de Dios y su palabra.


--JOSE MENDOZA--