sábado, 29 de agosto de 2009

El Llamamiento

Muchos pastores, maestros y líderes se han hecho esta gran pregunta:
¿Para qué he sido llamado????
Podriamos decir mucho pero nos quedaremos por ahora con estas respuestas:
- Cuidar (las ovejas del Señor teniendo presente que rendiremos cuenta por ellos).
- Enseñar (mostrando lo que el Señor nos habla y sobre todo lo que nos enseña).

La enseñanza: debe ser vivencial y no solo conocimiento
Si no hay acción es en vano.

Como encargados de la iglesia del Señor nuestro gran defecto es:
Hablar mucho y le damos vuelta al asunto; a veces me he preguntado ¿Por qué tenemos esa compulsión de hacer largos sermones?, con esto solo damos conocimiento
.

Debemos aprender:
A dar vueltas Peroooooo en LA APLICACIÓN.

Cabe recalcar que con esto no les digo que dejemos de lado estudios bíblicos profundos, por el contrario sigamos escudriñando y enseñando en base al contexto PERO debemos avanzar.

Creo que es tiempo que la iglesia del Señor viva la palabra, por ello es importante dar énfasis a la aplicación. Ahí está ahora nuestro nuevo gran reto.

Las escrituras han sido diseñada para que la llevemos a la práctica y eso lo dice Stg. 1:22-23 (No seamos solo oidores, sino hacedores).

Tengamos en cuenta que el conocimiento en sí mismo es en vano. Si no veamos a los Fariseos en 1 Cor. 8.1 donde dice que el conocimiento envanece, no edifica.

Te desafío a:
Utilizar la hora predica no solo a la enseñanza sino lleva a la gente a la acción.
Empieza a que hagan viva la palabra solo así sanaran, mejoraran sus relaciones interpersonales, cambiaran su carácter vencerán sus luchas.

También evangeliza con ellos, visitas a los que no vienen, ve a los hospitales y albergues, en fin lo que Dios ponga en tu corazón.
Que esto no sea solo un programan una vez cada cierto tiempo sino una vivencia continua.
Recuerda:
El que dice que permanece en Él, debe andar con Él anduvo. 1 jn 2:6
Es decir hagamos lo que hacía Jesús, Él cumplió el propósito por el cual vino; ¿y nosotros qué???,
Por último te digo:
Mejoremos nuestro servicio y hagamos las cosas como para el Señor. Col.3:23


El Señor Bendiga y prospere tu ministerio.

--José Mendoza—

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