lunes, 30 de julio de 2007

Humildad



No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y que cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Ninguno busque únicamente su propio bien sino también el bien de los otros. (Filipenses. 2:3,4)




Ser humilde es dejar hacer y dejar ser, si aprendemos a eliminar la arrogancia, reconoceremos las capacidades físicas, intelectuales y emocionales de los demás. Como también nuestras debilidades, cualidades y capacidades, aprovechándolas para obrar en bien de nuestro prójimo, sin decirlo.

Necesitamos ser realistas, conocernos a nosotros mismos tal como somos. Únicamente así podremos aprovechar todo lo que poseemos para hacer el bien. Siempre encontramos cosas en nuestra propia persona que no nos gustan, capacidades que no estamos aprovechando o cualidades que no estamos desarrollando. Lo importante es aceptar la situación e intentar luchar por superarse día a día. Una persona humilde puede adaptarse a todos los cambios, por negativos que éstos sean; un poco difícil, ¿verdad?, pero recuerda que todo lo que sucede en esta vida tiene un porque, y de todas estas situaciones siempre aprenderemos algo nuevo.


Aprendamos a aceptar las capacidades y virtudes de otros. Resaltemos los aspectos positivos y minimicemos sus debilidades, no nos sintamos superior a nadie; ni permitamos que nuestras actitudes o palabras los ofendan, seamos sencillos, sinceros y veraces. Escúchalos y deja de hablar de ti mismo.


Una vez un escritor famoso, tenía un rival. Un día que había llovido en abundancia las personas se veían obligadas a caminar por la estrecha acera para evitar el enlodarse en el arroyo en que se había convertido la calle. Ocurrió que este escritor al ir caminando por la acera, se encontró a su rival que venía en sentido opuesto. Al estar frente a frente, el rival, sabiendo que poseía mayor tamaño, se plantó y dijo: "Yo no le cedo el paso a ningún idiota." Sin pensarlo mucho, el escritor bajó al arroyo para cederle el paso, diciéndole con una sonrisa: "Pero yo si, pásele." Y el otro siguió su camino muy orgulloso.No se trata de que la próxima vez que usted ceda el paso a alguien arrogante y orgullo como dicho personaje, le sonría y le diga. "Pero yo si, pásele." El escritor Simplemente fue capaz de encontrar un medio ingenioso de evitar la confrontación y de parecer humilde, sin serlo. Pero debemos de ser humildes, sin parecerlo. De hecho, si presumimos, hacemos visible nuestra humildad, y con esa acción, la negamos.




Jesús dice: Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes serán tratados como los más importantes. (Mateo. 23: 12)


¿Difícil? verdad, Pero recuerde que alguien le estará observando para ver cómo reacciona la próxima vez que alguien le gane un cliente, o se le adelante en la fila para pagar, cuando atiendan primero a quien llegó después que usted, cuando tomen el lugar en que se iba a estacionar, etc. Debería motivarle el saber quién es ese alguien.




ORACION:
Señor, enséñame a pedir ayuda cuando lo necesite y reconocer que no soy autosuficientes.
Ayúdame a eliminar la soberbia, el orgullo, y cultivar un espíritu positivo hacia los demás.
A sonreír y mirar a todos con cariño, a cuidar mi lenguaje y a no criticar, ni siquiera con el fin de agradar.
A no sentirme superior a nadie y apreciar las virtudes y éxitos de los demás con humildad.
AMEN
--Clara Zamudio--

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola, soy yazmin.
la verdad me agrado mucho las frases o como sea que estan escritas en su pagina, comentandoles que es la primera vez que entro pero me encanto bye y saludos.