lunes, 12 de marzo de 2007

Viviendo de Intensiones

Entonces todos los discípulos, dejándolo huyeron.
Pero cierto jóven lo seguía, cubierto el cuerpo con una sábana.
Lo prendieron, pero él, dejando la sábana huyó desnudo.

Mc.14:50-51

El Joven que huyó.-


Cuando leí este texto me pareció curioso, y me pregunte ¿Cómo un hecho de este tipo puede estar en las escrituras?, Indague un poco y algunos comentaristas atribuyen que el protagonista de este acto vergonzoso es Marcos debido a que en su casa habían estado reunidos (el aposento alto), y desde allí se escuchaba la aprensión de Jesús, Como habrá sido el escándalo que él sin pensarlo dos veces salió de su cama tal como lo trajo Dios al mundo envuelto claro en una sábana (Parece cuando hay un temblor por la noche y todo el mundo sale tal como esta para ponerse a salvo de cualquier derrumbe, ¿Te ha pasado?).

Cualquiera que sea la identidad del jóven vemos su intensión bien marcada la cual no era solo averiguar por chisme ya que no creo que alguien y mucho menos en ese tiempo salga así a la calle solo para satisfacer su curiosidad o por que era un exhibicionista sino que realmente quería ayudar.
Su intención de hacerlo debe haber sido bien fuerte ya que era enfrentarse nada menos a los soldados romanos; pero al verse atrapado racionalizó al instante y vio lo que estaba a punto de hacer, evidentemente era ir en contra de su libertad y hasta posiblemente de su propia vida, y ante el primer descuido opto por huir.

Cuantas veces nos ha pasado lo mismo en un determinado momento, pensamos dar todo por Cristo y al llegar la hora huimos, cuantas veces hemos dejado a Jesús solo con su obra.
No menospreciamos la intención que pudo haber tenido inicialmente este sujeto pero vemos que las intensiones no sirven para nada.
Hasta ahora hemos tratado el caso de este joven y que de los amigos de Jesús los que estaban con él, también lo dejaron, aquellos que eran los mas cercanos, vemos aquí también que el temor es uno de los impedimentos para seguir al lado de Jesús.


El andar con Cristo implica vivir de hechos concretos mas no de intensiones, con ello no se logra nada, por eso no debemos actuar por emociones, ni impulsos; seamos consecuentes en nuestro actuar diario ello habla mucho de nosotros y sobre todo que tanto estamos dispuestos a dar por los demás al igual como Jesús se dio.



--JOSÉ MENDOZA--

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