viernes, 25 de mayo de 2007

Tomando Precauciones al Aislamiento

Una de las principales constantes que se presentan en las nuevas parejas es que tienden a tomar su espacio y es natural, yo respeto mucho que tomen su tiempo para pasarla juntos pero cuando esto es el inicio de un problema de aislamiento entonces creo que es importante tratarlo.

Lo primero que aprendí en la palabra y lo comparto es que al iniciar una relación no dejo de ser un discípulo, aunque esté ocupando algún cargo dentro de la congregación siempre habrá alguien que haga un seguimiento, enseñe, oriente, guié y aconseje; algunos al parecer olvidan este principio y a la larga esto repercute en su crecimiento espiritual.

Y a propósito de crecimiento hay algo mas que también aprendí , y es que soy parte del cuerpo de Cristo. Las pareja por compartir todo lo que les pasa, entre ellos, ya no hablan mucho con los amigos que les rodean o con el líder, posteriormente dejan de asistir a la célula o red, a la congregación y se van aislando esto hace que ellos ya no reciban y si no reciben que se van a dar, los síntomas comienzan cuando el chico sabe todo lo que le pasa a la chica y viceversa. Y como ya compartieron su sentir, no encuentran la necesidad de compartírselo a alguien más.

Juntando estas dos enseñanzas importantes (El discipulado y el cuerpo de Cristo), y siendo realistas podemos ver que nuestra pareja no tiene todos los dones, y bien sabemos que con los dones avanzamos, crecemos, recordemos que Dios instituyo casualmente este cuerpo que es la iglesia donde encontramos personas capacitadas por el Espíritu Santo para ministrarnos unos a otros y si aislamos a nuestra pareja de ese cuerpo les repito el o ella no va a crecer, no va a desarrollar, no va a recibir; y el estar entre los hermanos es vital para nuestro desarrollo

Ya sabes si tienes una relación o estas pensando en tenerla lo primero que debes tomar en cuenta es esto no apartarla, no aislarla
Seamos la bendición para su vida y no nos convirtamos en su gran tropiezo.



“Y Cualquiera que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se hundiese en lo profundo del mar”. Mt.18:6

--JOSÉ MENDOZA--

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