miércoles, 4 de abril de 2007

Esperando grandes Milagros



Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.

Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra.

Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías. Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento. Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer a memoria mis iniquidades, y para hacer morir a mi hijo?

El le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó al aposento donde él estaba, y lo puso sobre su cama. Y clamando a Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciéndole morir su hijo? Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que hagas volver el alma de este niño a él. Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.

Tomando luego Elías al niño, lo trajo del aposento a la casa, y lo dio a su madre, y le dijo Elías: Mira, tu hijo vive. Entonces la mujer dijo a Elías: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca. 1Reyes 11-24

Resulta interesante lo que dijo esta mujer notese que ella no contaba sino con un puñado de harira y un poco de aceite ella lo iba a preparar y luego de ello sin esperanza de conseguir mas alimento se daban al abandono y se iban a dejar morir.

Es ahi donde Dios a travez del profeta le promete sustento y lo cumple (V.16), ahi ya hay un hecho extraordinario pero al parecer esta pobre mujer no lo vío, Pero Dios obraba milagrosamente en su casa.

Acontese luego que su hijo muere y ella lo reconoce como varon de Dios (V.18) pero al parecer en una forma no muy convincente. Solo despues que resucito a su hijo le dice: Ahora conozco que tú eres varón de Dios es decir que era entonces antes cuando los sustentaba, acaso no era un hecho extraordinario que ellos tengan que comer y que no se agote lo que habia en la vasija.

Muchas veces somos como esta mujer y no vemos las cosas simples de la vida, no agradecemos el hecho de estar vivos ni por el aire que respiramos mucho menos por que tenemos trabajo saben esto es por que Dios nos lo da, recordemos que nada escapa de su voluntad, muchas veces queremos ver cosas extraordinarias para decir que Dios verdaderamente esta con nosotros cuando en realidad esta pendiente en cada momento.

Mira a tu alrededor y ve las cosas simples de la vida y recuerda que es esas cosas simples esta el obrar de nuestro Dios y agradescamos por ello.

Los mas pequeños milagros son los mas grandes de la Vida
--JOSÉ MENDOZA--

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